¿Has escuchado hablar del Design Thinking? Desde la licenciatura escuché de esta metodología de innovación, incluso fue el tema central en distintos congresos que se organizaron. Lo que recuerdo muy bien es tener muy claro que Design Thinking se trata de colocar al usuario en el centro con una cultura de aprendizaje que fomenta la experimentación. Se trata de dejar de vender los productos o servicios que queremos y cambiar a hacer los que el usuario necesita. El design thinking, como otros modelos fomenta la innovación estratégica sin importar en qué etapa de desarrollo se encuentra tu idea, producto o servicio. Coincido con Herbert Simon al pensar en un diseñador visionario y estratégico debe de pensar en cómo hacer mejor cualquier objeto.
Me agrada eliminar la imagen del diseñador creativo con montones de papeles arrugados, sin una estructura en sus procesos y haciendo “su magia” de manera casi caótica. Un diseñador debe acercarse a los negocios, saber cómo cotizar, cómo tratar con el cliente, cómo investigar y dominar la administración, aplicando todos estos conocimientos a la búsqueda de nuevas maneras de hacer las cosas para mejorarlas. Les comparto un video TedTalk de Tim Brown creador del Design Thinking.
Si Design Thinking es el equilibrio entre:

Entonces el resultado tiene que ser lo mejor de ambos mundos y la mejor manera de practicarlo es hacerlo de manera interdisciplinaria. Definitivamente Design Thinking es más que post-its para un brainstorming, es un proceso analítico, orientado a la acción que combina empatía y creatividad, dispuesto a evaluar y cambiar, centrado en el usuario para conocer mejor sus hábitos y motivaciones. Personalmente, lo más valioso es que fomenta la cultura de cuestionamientos, reflexión, creatividad con estructura y la sensibilidad ante la detección de necesidades del usuario.
Existen diferentes manera de innovar. Incluso, Patricia Williams en curso que acabo de terminar en Crehana las divide en:
- Innovación Disruptiva: Rompe paradigmas
- Innovación Incremental: Son cambios graduales.
La innovación está asociada con e cambio, significa romper paradigmas, pero no necesariamente tiene que darse en un producto o servicio nuevo, incluso puede darse en un proceso. Se puede innovar desde la configuración, la oferta del producto o servicio o en la experiencia, es decir, en la forma en la que entregamos valor o experiencia a los usuarios. Al leer de diseño de experiencias, el ejemplo que se me viene a la mente es Starbucks y el por qué existen usuarios que prefieren beber su café y no el café del oxxo que es mucho más barato. La respuesta está en la experiencia, entras a una de estas cafeterías y el objetivo es sentirte como en la sala de tu casa, tener un estante con libros, las conexiones suficientes para trabajar y la comodidad para permanecer allí por más de 15 minutos. Al pensar el diseño de experiencia y Design Thinking también se me viene a la mente el servicio de “Click and collect” de Walmart y la constante implementación de nuevos servicios y mejoras en su proceso que abonan a la transformación digital, los cuales han sido resultado de un análisis a la llamada clienta y a su manera de comprar con las nuevas tecnologías.
Como conclusión de esta reflexión me quedo con esta cita de Idris Mootee en su lectura llamada Design Thinking para la innovación estratégica: “A lo mejor no tienes una estrategia aplicable a la experiencia del cliente, pero tienes una experiencia del cliente, tanto si la creas conscientemente como si no”.
Como dice Patricia Williams «Design Thinking no es sólo una metodología, es un mindset».
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